Escalón número dieciséis. La última vez que hablé con él sobre los escalones en una relación él estaba en el 15, yo en el...7.
Los escalones no son los mismos para nuestras respectivas listas pero hay veinte, eso seguro. Y de pronto me encuentro en el dieciséis. Me ha pillado desprevenida, perdida y confundida y me ha dejado anonadada, ojiplática y boquiabierta. Pero parece bueno, así que bienvenido sea.
Me voy a vivir a Hackney. Voy a tener un espacio para pintar, editar, hacer música... y un skatepark en el salón de mi casa. Eso sí, voy a compartir habitación; con el señorito del dieciséis. Porque El Alemán es desde hoy el-del-dieciséis. Y yo encantada.
Londres me ha puteado hasta decir basta. Pero ahora tengo trabajo de lo mío, soy totalmente independiente y voy a vivir con alguien que me quiere. Sigo odiando viajar largo y... iba a decir "tendido" pero con la aglomeración aquí en el metro una no se puede "tender" sólo "compactarse"; no soporto el frío, ni me gusta la comida (aunque gracias a eso, no me ha quedado otra que aprender a cocinar) y me ponen enferma los desconsiderados que se tiran a las vías en hora punta. La lluvia es continua y terrible y dirante 6 meses vivo prácticamente sin ver la luz del día. Pero estoy en el escalón dieciséis, una cosa que jamás pensé que llegaría a querer.
Ahora me paso las horas en la web del gigante sueco que vende muebles con nombres extraños y compro revistas de decoración. Así que de momento no tengo tiempo para el humor. Ea. Un momento bastante importante de mi vida, pero yo me despido con un "ea", como si nada.