Llevo un año ya en Londres.
365 días de acumular experiencias, muchas de ellas muy útiles, otras, no
tanto.
Cada minuto pasado con mi amiga
todo-me-sale-bien-a-la-primera me ha enseñado lo que es la amistad y la envidia
sana.
Cada momento con mi amigo el-jugador-de-Quiditch, me ha
enseñado a preocuparme menos y disfrutar más. Y que se puede recuperar una
amistad.
Mi primer currillo aquí me enseñó lo importante que es tener
contactos; y lo que es ser una simple asalariada. El segundo me ha recordado
que hay mucha gente sin trabajo y que tengo que aprender a cambiar pañales.
Cuando vi la cara del alemán mientras escuchábamos un
cuarteto de jazz comprendí lo que la música provoca en la gente. Y por qué la
palabra jazz forma parte de su nombre artístico.
Cuando fui a mi primera rave en Londres y vi el panorama
entendí la música electrónica y aprendí a disfrutarla.
Cuando no llevaba paraguas aprendí a valorar un tener un
tejado bajo el que resguardarme.
Tras pasear por Brick Lane y alrededores comprendí lo que es
el arte.
Cuando me encontré con el que fue mi primer novio comprendí
lo que es hacerse mayor.
Después de que me rompieran el corazón y superarlo,
comprendí lo que es pasar página.
Cuando me convertí en una cara en una pantalla para mi familia,
supe lo que era echar de menos.
Cuando me robaron por tercera vez, aprendí a guardar la
calma.
Cuando no tenía trabajo, aprendí a ahorrar y a valorar más
lo que tenía.
Cuando se me estropeó la caldera en plena ola de frío,
aprendí a valorar el tener agua caliente y calefacción.
Cuando llovía durante dos semanas a diario y no podía salir
a patinar entendí lo que era el amor por un deporte.
Cuando cogí aquélla ola en Newquay entendí porqué todos los
que surfean quieren dejar su trabajo e irse a vivir a la playa.
Cuando vi su cara mientras me enseñaba a coger olas, comprendí que en realidad, a todos nos gusta enseñar, pero solo unos pocos tienen la paciencia para hacerlo.
Cuando me dieron ésa matrícula de honor, aprendí lo
satisfactorio del esfuerzo.
Y después de escribir esto, me doy cuenta de todo lo que me
falta por aprender aún. Así que me quedo en Londres un poco más.
eres sabia mifriend. a mi me vendrin bien algun palo de esos de vez en cuando! hahah <3
ResponderEliminarEre sabia mifriend, a mi me vendria bien algun palo de esos de vez en cuando. Un besin! <3
ResponderEliminarLondres mola mucho. Yo estuve un par de meses por curro y me encantó!
ResponderEliminarsabias palabras. Me quedo por aquí un ratillo.
Sandler.
Si consigues adaptarte al ODIOSO tiempo que tienen, Londres es siempre una buena idea ;P (Muy bien contado)
ResponderEliminarPues no dejes de aprender, también todo lo bueno.
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