lunes, 19 de abril de 2010

Un atrevimiento.

Eso es este post. Un atrevimiento. Algunos cambiaréis de color a leer esto y os pondréis rojos. A otros os dará la risa nerviosa floja. Otros diréis que es una mierda de post y me criticaréis. Otros me daréis la razón y os reiréis conmigo....

Pero es un atrevimiento y puede resultar soez... en fin....

El caso es que me cuesta creer que se disfrute de un 69. Toma ya. Me refiero a un 69 practicado con un hombre, porque esto es por ellos, desde luego.

¿Cómo una persona que mientras escribe no puede hablar, mientras toca la guitarra no puede cantar o mientras camina no puede escuhar, puede hacer un jodido 69?

Estoy convencidísima de que son pocas las que han disfrutado de esta postura -mi amiga de novio perfecto es una de ellas así que quedáis sólo dos más-. Es que para ellos es imposible dar y recibir a la vez. O lo uno o lo otro. En esa postura nosotras estamos en una desventaja considerable. Porque no sólo tenemos que estar pendientes de dar sino que también una tiene que dusfrutarlo, que para eso se hace. Pero no, además de estas dos tenemos una tercera acción, que es ASEGURARNOS de que podemos disfrutar. Complicado, ¿eh? Por que a ver, ¿cómo hacemos esto? ¿Se lo decimos? Sabemos hacer varias cosas a la vez pero en esta situación la complicación de decir cosas es más que evidente. Tampoco podemos darle un golpecito, un pellizco o algo ni murmurar, porque como mucho, si tenemos suerte y se entera, le confundiremos.

¿Solución? Ninguna la verdad. Bueno sí, comprarte un juguete nuevo o robarle el novio perfecto a alguna amiga. ¡Suerte!
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