sábado, 23 de junio de 2012

Fiesta de la varicela o del chickenpox.


Me siento como una paella de pollo. ¿Lo pilláis? Paella por los granos, de pollo porque en inglés de dice chickenpox. Pierde gracia cuando se explica, pero tener varicela y descubrir que tus padres no te querían tampoco tiene tiene gracia. A mí mis padres no me querían. ¿Que cómo lo sé? No me acercaron intencionadamente a un niño con varicela para que me contagiara y no tuviera que pasar por tal Terrible enfermedad siendo mayor. Si los padres quieren a sus hijos lo normal es que los contagien de varicela cuanto antes. Yo tengo varicela con veintitrés años. 

Como la sanidad aquí es una porquería, (el médico no sabía si lo que tenía era varicela; mi amiga "me-sale-todo-bien-a-la-primera" que es enfermera española, nada más verme me diagnosticó) tuve que buscar información en internet sobre qué hacer con el virus (lo cual estimuló a tope mi hipocondrismo) y descubrí que ahora enfermedades como la varicela o el sarampión (que yo creía erradicado, por cierto) son todo un evento social. 

Hay gente, que por unos motivos u otros (sobre todo "otros") decide vivir sin vacunas y sin comer ciertas cosas. Entonces, un crío de X país, donde el sarampión no está erradicado viene con el virus, se lo contagia al hijo de los primeros (que obviamente va a tener una facilidad para pillarlo todo impresionante) y ale, de 173 casos de sarampión en 2010 en España pasamos a 3.000 casos. Que dices, oye qué pasada, ¿no?

Pues nada, donde antes se le ponía la cola al burro, ahora se le ponen los granos. Fiestas temáticas de sarampión, sí señor, para contagiarlos a todos. Que con la varicela, que no estaba erradicada, bueno (de hecho yo lo hubiese agradecido) pero ¿¿¡¡con una enfermedad que se supone que ya no existía!!?? HAY QUE SER IMBÉCIL. ¿Saben a caso la de complicaciones que puede tener esa enfermedad?

Pero la varicela es otra cosa. Ojalá me hubiesen llevado al parque a jugar con niños infectados y ojalá yo hubiese sido de las que comían tierra. Pero siempre he sido bastante escrupulosa: ir a la guardería era un trauma, no por el madrugón, sino por los mocos y otros fluidos del resto de los niños. Ver a uno de mis compañeros comiéndose los mocos me daba arcadas y no permitía que me tocara nadie. Y por lo visto no ser guarro conlleva complicaciones a nivel social. Pero es otra historia que ya "si eso" os cuento otro día.

De haber vivido en España y haber estado en paro, habría sido mejor. Seguiría viviendo con mi madre y ella me habría comprado muchos videojuegos para que no lo pasara tan mal y evitar que me rascara en la cabeza o en las cejas... porque en internet dicen que si te arrancas una costra de una zona con pelo, este no te vuelve a crecer (la búsqueda en internet de enfermedades estimuló también mi paranoia). Que digo yo, a los que les salen granos ahí mismo, que se rasquen "a gusto", ¿no? 






viernes, 15 de junio de 2012

En Londres se puede volar. Peter Pan no era especial.

 Tenía que llegar el momento de hablar de Hackney Wick, el hogar de "El Alemán", los bohemios, hippies, artistas, reyes y reinas del drama y otros "pasaos".

He pasado ya tiempo suficiente en esa zona de Londres como para escribir sobre ella pero todavia me sorprende con algo nuevo o diferente cada vez que voy. Y me encanta. Para los que no lo sepan Hackney Wick es una antigua zona industrial de la ciudad donde las fábricas han sido reconvertidas en casas para los ejemplares citados. Galerías de arte "alternativas", raves, oscuros recovecos donde esconderse para hacer intercambios de mercancía (ojo, no hablo sólo de cosas ilegales... hablo también de ropa, objetos varios, artesanía, lo que sea) cómodos bordillos al lado del río donde sentarse a fumar hierba (o cigarros, o nada) con los pies colgando, cisnes que te salpican al planear a lo largo del río... da gusto dar un paseo por allí una resacosa mañana de domingo.

La casa de "El Alemán" es una parte de las tres o cuatro que forman lo que era una antigua fábrica de cacahuetes; que dices, "la cosa más inocente del planeta". Sí, tan inocente que en una de las partes yo he visto a peña esnifar rayas de manzanas (hasta que se acaban). En la penúltima fiesta de la "peanut" una chica llegó a eso de las seis de la mañana (sí señor, fiestas a horas normales, no como en el resto de Londres que a las doce ya se ha acabado todo) y, sin presentarse si quiera, nos propone un juego de los más espantoso: una competición a ver a quién le cabían más rebanadas de pan de molde en la boca. Un juego muy inocente si no fuera porque tras ganarnos se refirió a las utilidades que su enorme cavidad bucal tenía. Ella se llegó a meter tres rebanadas mientras que yo con media anadaba ahogándome. En el estado que estaba la chica podría haberla ganado a cualquier otra cosa pero lo cierto es que contra la gente que había allí jugar a meterse cosas era salir perdiendo fijo. Así que abandoné a ese grupo de gente y me fui a la otra esquina de la casa.

A eso de las siete de la mañana estaba ya agotada y quería que todo el mundo se marchara de una vez para poder adueñarme del sofá y dormir. Pero no se iban. Hacía frio y necesitaba ir al baño... pero me daba demasiada pereza levantarme. Debían de notarse mucho mis ganas de ir al baño porque a mi amigo no se le ocurrió otra cosa que coger la silla donde yo estaba sentada (conmigo en ella, ojo) y transportarme en ella hasta el baño. Hombre, es de agradecer.

Al día siguiente casi nadie se acordaba del suceso de la silla (yo y mis amigos sí nos acordábamos, que nosotros dejamos el juego después de lo del pan) hasta que alguien entró en el baño y se meó de la risa. Una semana después la silla sigue allí como recuerdo. 

A veces hay otra clases de juegos que son más divertidos, como el Quiditch. Sí señor, Harry Potter ha hecho mella en la sociedad inglesa y la gente normal, en lugar de drogarse, juega al Quiditch, lo cual está muy bien. Y diréis, "lo que te has metido tú, niña, para ver a la peña volando encima de una escoba". Pues yo que estoy hecha toda una investigadora profesional, tengo pruebas de que yo no me meto nada (más que toñones patinando) y de que los ingleses vuelan.  

Quiditch





miércoles, 13 de junio de 2012

De anuncios en internet va la cosa.

Ahora que por fin he terminado los exámenes toca buscar trabajo. He de decir que es toda una aventura el mundo laboral en este país.

Hace un par de días me pasé horas delante del ordenador enviando currículums en Gumtree. Hasta ahí todo normal. Creo.

Entre las ofertas de trabajo, encontré una anunciada tal que así:

"Relaxed job that might suits you. Good communication skills required. Work from home."
"Trabajo relajado. Se requieren buenas habilidades comunicativas. Trabaja desde casa."

Esto a mí, me sonaba a trabajo de traducción desde casa, de hacer llamadas, mandar emails... algo burocrático pero suave. Pues no, ha resultado ser una línea erótica. He solicitado un trabajo en una maldita línea erótica. ¿Y cómo lo sé? Pues porque me han llamado muy interesados en si soy capaz de hablar inglés con acento español o italiano, según se tercie. 

Y ahora yo digo: ¿cómo porras se reacciona ante tal situación? En serio, porque yo no podía hacer otra cosa más que reírme. 

A malas, hasta puedo decirles que tengo experiencia en el sector: mi ex novio ha puesto un anuncio en una web diciendo que me dedico a este tipo de cosas (algo de que los idiomas se me dan bien y eso...) así que las referencias ya las tengo.  

Si es que todo me pasa a mí... 


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