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martes, 31 de julio de 2012

Al lado de las Olimpiadas (y no detrás): 182 detenidos en la Critical Mass.

El viernes pasado fui a Critical Mass como casi todos los meses, pero esta vez fue muy diferente porque 182 de los participantes acabaron detenidos. Para el que no sepa lo que es, NO ES UNA ORGANIZACIÓN NI CAMPAÑA EN CONCRETO, sino una oportunidad para ciclistas y skaters para juntarse y marchar por las calles de Londres. Hay distintas ideas en la marcha: lucha por mejora de las condiciones de los ciclistas, promoción del transporte limpio, reclamación de un espacio público para los ciclistas... Otros solo vienen por diversión, por ser un poco desobedientes y rebeldes y otros porque simplemente les gusta pasear con más gente por Londres. Critical Mass ocurre cada último viernes del mes y se lleva convocando desde hace dieciocho años por todo el mundo. 

Casualmente, la del viernes pasado coincidió con la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Se conovocó igual que cada mes, sin un líder que nos llame, ni nada parecido, a las 18'00 en Waterloo; sin un recorrido premeditado, como siempre con intención de improvisar: "Don't follow leaders" (no sigas a los líderes) es el lema de este evento, así que efectivamente, no hay ruta. No se trataba en absoluto, de una protesta contra el militarismo de las Olimpiadas; para eso había otra manifestación a la que unirse. Aún así, se decidió poner las cosas muy difíciles a Critical Mass.

Todo comienza en el punto de encuentro. Varios policías nos reparten panfletos avisando de que no podemos cruzar el río, debemos quedarnos en el sur. A la vez, otras personas, no sé aún si ajenas o no a Critical Mass, nos dan unas tarjetas explicándonos por qué no pueden detenernos y cómo deberíamos actuar en caso de que ocurra. En Twitter empiezan a aparecer comentarios sobre la situación: "policía trata de impedir Critical Mass", "somos griegos y vivimos en China", "El servicio policial en la no-protesta. Ya no tenemos más derechos. Esto es el final". 

Salimos de Waterloo y tratamos de cruzar el río. Nos cortan las calles. Yo y otros tantos ingenuos que andábamos por allí creímos que se debía a las Olimpiadas y que los coches de policía nada tenían que ver con nosotros. Llegamos a London Bridge y no nos dejan cruzar. Varios furgones cortaban el tráfico hacia el Norte a la vez que trataban de despejarnos para que un coche pudiera pasar al Sur. Un coche en el que iba David Beckham, que trataba de llegar al barco que le llevaría a la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas. Ahí estábamos, al sur del río haciendo lo que hacemos todos los meses. Pero tratándose de un famoso hay que tomar medidas, así que la policía no tuvo problemas en utilizar la violencia y arrollar a todos los ciclistas que cortaban el paso al coche del futbolista. No conseguimos cruzar y en este punto, el grupo de unas 400 o 500 personas se separa en otros más pequeños. Algunos van hacia el Sur, otros al Oeste, otros no lo sé... yo me quedo en el puente. Escucho una charla amena entre un skater y un policía sobre el uso de longboards y bicicletas en carretera, seguridad, luces, etc. La típica charla, vaya. Supongo que ser borde y poner cara de enfado forma parte de su trabajo; su última frase fue: "Espero que no sea yo el que tenga que acudir cuando tengas un accidente en carretera con el longboard" "Yo también lo espero".

Los que quedábamos en London Bridge formamos un grupo bastante numeroso y empezamos a movernos hacia el Este. Y he aquí el primer gran incidente: el spray de pimienta que la policia utilizó contra un hombre en silla de ruedas. 



El grupo continua y llega al tunel de Rotherhite: por fin un modo de ir al Norte. Un helicóptero nos vigila y ve cómo doscientas personas entran en el túnel. Hacia el final de este, pero antes de la salida, hay unas escaleras que nos llevan al exterior. El helicópetro, obviamente, no ve salir a nadie del túnel. Vía libre para movernos un rato más a nuestras anchas. (Aún así, me parece increíble que un helicóptero sea capaz de perder a un grupo de doscientas personas).


Parece que tiramos hacia el Este, hacia el estadio. Oigo a algún compañero que dice que la policía nos está siguiendo; parece que la cosa se pone seria. De pronto nos encontramos con otro grupo. Llegamos al parking de la estación de Stratford, el estadio está justo ahí. En algún momento la Critical Mass acaba en un cul-de-sac. El grupo da la vuelta para salir de allí pero la policía les bloquea la salida y forma un cordón a su alrededor arrestando a todo el que intenta salir de él. 





Por lo visto, este grupo de ciclistas no fue el único al que se detuvo. Hubo arrestos en todos los pequeños grupos que se formaron al principio, e incluso se retuvo a menores. Pasadas las 22'00h la policía comenzó a apilar las bicis dentro de autobuses y uno por uno los arrestados fueron fotografiados y esposados. Luego se les leyeron sus derechos y les fueron metiendo en los los típicos autobuses rojos de Londres. Cada uno de los arrestados tenía su propio policía a su lado (¿no es excesivo?). El primer autobús parte hacia Charing Cross. Una hora más tarde, al fin, la policía reparte botellas de agua pero durante tres horas nadie ha podido pisar un servicio. Señores entrados en años, llorando por no mojarse los pantalones en público. El Inspector llega al autobús y dice que va a solucionar el problema con el baño: los detenidos pueden ir uno por uno pero con el policía que les acompaña vigilando. Hasta aquí más o menos bien; el problema llega cuando otros dos autobuses llegan  igual de llenos, a Charing Cross. Unas 60 personas utilizando un solo servicio. Desde las 23'25h que los autobuses llegan a allí, hasta las 02'45 de la mañana todos siguen en los autobuses esperando a ser procesados. Durante todo ese tiempo, nadie tuvo permiso de utilizar el teléfono para contactar e informar a familiares o amigos. A parte del menor de edad retenido, ocurrió que en doce horas no se ofreció algo de comer porque "¿acaso no cenaste antes de ir a tu protesta?" (ésta fue la respuesta de un policía ya en la estación a uno de los detenidos; recuerdo que en este país se cena a las entre las 17'00 y las 19'00 de la tarde y que Critical Mass NO ES UNA PROTESTA). Las bicicletas que de apilaron en uno de los autobuses no llegaron a Charing Cross (o a Sutton, otra de las comisarías donde se llevaron a más arrestados) así que a eso de las 10'00 de la mañana,182 personas tuvieron que buscarse la manera de viajar a Charlton a por ellas. Sólo cuatro de los detenidos con cargos, aún no sé la razón. 

Aquí el video de uno de los skaters que fue detenido. Es musulmán y pide agua porque debido al Ramadán, lleva 19 horas sin beber ni comer. Dice que nadie le ha leído sus derechos. 




No voy a dar una charla sobre libertad o represión. No me interesa. Efectivamente, se nos dijo que no fuesemos al Norte e hicimos caso omiso y a la vez, la acción policial fue excesiva. Pero, ¿hasta qué punto está bien hacer o no caso de lo que se nos dice que debemos o no hacer? ¿Sabía todo el mundo que no podíamos ir hacia el Norte? (Yo misma, no me enteré de esto hasta tarde, supongo que el idioma tendrá algo que ver). Entiendo a la perfección que la policía tuviera que actuar ante una masa de cientos de personas que se acercaban al estadio; puede ser peligroso. Pero por otra parte, sabían que estaríamos ahí, igual que hemos estado desde hace dieciocho años cada último viernes del mes. Nadie quiso ir hacia Stratford hasta que nos lo prohibieron, aunque por otra parte, se supone que no somos unos rebeldes. De haber cortado el tráfico en el Norte habríamos hecho no sólo que David no llegase a tiempo, sino que muchos otros que habían pagado un dineral por ver la ceremonia tampoco llegaran y pediesen su dinero. Pero si nos dejan circular igual que al resto de vehículos, no tendríamos necesidad de estorbar como hemos hecho.






lunes, 20 de febrero de 2012

jueves, 3 de febrero de 2011

Entusiasmada por las vueltas que da la tierra...

Hay que reconocer que cumplir años es una buena excusa para emborracharse. La pena de ser un año más vieja (en realidad es un día más, tampoco debería ser tan dramático), la alegría de haber vivido un año más, la excusa para salir de marcha (en realidad soy estudiante así que siempre hay motivos para celebrar) y la putada de cunplir años en febrero.

Desde que "nos hicimos mayores" es hazaña homérica poder celebrar mi cumpleaños. Si no están de exámenes, trabajan. Antes molaba más, ibas con un trozo de cartón con un dibujo estúpido, ponías fecha y lugar y a veces hasta te sobraba gente. Ahora una hace tuenti-eventos, facebu-eventos, telefon-eventos, mail-eventos y aún así, parece que no todos se enteran. Claro, con tanto evento estúpido en cadena, la gente termina por automatizar el "no asistiré" y al final ni lo leen. 

Como regalos he recibido unas botas de agua monísimas, un vestido monísimo y una indirecta. Se trata del regalo de mi mami, que me ha obsequiado con una caja llena de productos maravillosos para la cara. Yo encantada, porque como estudiante que soy no me gasto el dinero en esas cosas (alguna cae, pero más barata...) pero conociendo a mi madre y teniendo en cuenta algunos comentarios que he recibido últimamente, creo que se trata de una indirecta bastante directa, diría yo.

Bueno, tengo peor cara de lo normal, es verdad...¡pero es que estoy de exámenes! Tengo unas ojeras de la leche; entre las que ya me venían naturales y las de no descansar bien, parece que acabo de resucitar... ¡¡pero ya tengo roll y corrector para eso!! Ya sé que parece que me han sacado de una foto en blanco y negro... pero para mi piel gris ¡ya tengo maquillaje! Ya sé que tengo los labios agrietados (de hecho, cada vez que intento sonreír me doy cuenta de ello) pero ¡ya tengo reparador de labios! Así que más felíz que una perdíz cominéndose una lombríz... no dormiré bien, pero seré la que mejor aspecto tenga en el examen.

Por cierto el rímel ya ha sido capricho, porque otra cosa no, pero tengo unas pestañas envidiables ¡Já!

Pasaré el finde medio celebrando cumpleaños... como hay tanta gente con la que hacerlo, tendré que ocupar dos fines de semana... mañana del sábado con mi long y algunos compis de cuestas, sábado noche, en un concurso de tortillas -obviamente como catadora, no sé ni freír un huevo, y no exagero- y el finde que viene a lo bestia con las chicas...que por cierto, miedo me dan. A veces me da la sensación de que en lugar de un cumpleaños estamos celebrando una despedida de soltera. La última vez tuvimos incluso un molde sobre nuestras cabezas... os dejo la imagen. 


Un abrazo y gracias por las felicitaciones, que sé que alguna caerá ;)  (Espero....) 



martes, 25 de enero de 2011

Calzonazos anónimos.

Como mujer que soy me he dado ya varios paseos de rebajas eso sí, voy sola. Sigo el ritmo de mi música mirando aquí y allá, sin nadie que me diga si algo es demasiado hortera o me queda mal. Así compro lo que me gusta y punto.

Me llamó la atención un fenómeno muy curioso: hombres esperando en la puerta de las tiendas. Aburridos, o aburridísimos, esperando a que sus respectivas hiciesen las compras pertinentes a unas rebajas.

El rango de edad iba de entre los 16 a los 40 años. Ni un solo hombre de tercera edad… Parece que con el tiempo las excusas para no acompañar a su pareja de compras van siendo cada vez más efectivas… o eso o ir de compras con sus mujeres los mató.

Lo más curioso fue cuando me paré al lado de un grupito que se había formado. Me puse a escuchar y aquello era como un grupo de apoyo, algo así como “Novios anónimos que acompañan a sus novias de compras”. No se conocían entre ellos. Hablaban de lo hartos que estaban de tener que acompañarlas de compras, de lo terrible que era hacer cola, de que no entendían porqué no iban como ellos, a tiro hecho, de las leonas que había dentro de las tiendas, la histeria, la decepción en los probadores…

Me hizo muchísima gracia aquella situación y me sentí orgullosa de no ser de ese tipo de novia.

Cuando entré en la tienda me fijé en que los pobrecillos de la puerta eran en realidad unos afortunados… al menos ellos no tenían que hacer ni de perchero ni de estilista. Suena a topicazo pero dentro había cantidad de mujeres extasiadas con los precios seguidas de hombres cargados hasta arriba caminando como zombis. También había una pila de ellos a la salida de los probadores, supongo que cargando con las prendas de más que ellas no podían pasar al probador….

Alguna vez Élmismoperomío ha venido conmigo. Y a mí me da cargo de conciencia. Creo que ir de compras con tu pareja es un grave error. Sobre todo si a uno de los dos no le gusta. Para mí, comprar es como una terapia; me desahoga, me tranquiliza, me sienta bien. Para él es una tarde sin siesta, un día perdido, un día que no descansa.
En fin, chicos si queréis libraros de ir compras con las chicas tenéis tres opciones: 1. Buscaros a una que no os necesite (por la cantidad de tíos que he visto en las tiendas poco probable). 2. Buscaros a una que no le guste (Aún menos probable) y 3. Viciaros al WOW.

Por cierto aprovecho para informaros de que escribo como colaboradora en un blog:
Una pregunta...con muchas respuestas. Un blog que obviamente como su nombre indica trata de dar distintas respuestas o puntos de vista a preguntas o temas que se nos van planteando. 

Es como el despacho de un psicólogo. Tu vas, te sientas en el diván y unos cuantos chalaos te contamos lo que a nosotros nos parece (sin  ánimo de ofender a los psicólogos, ¿eh?) 

Os animo a pasar por allí y espero de todo corazón que os pueda servir de algo (o que al menos os haga pasar un ratejo ameno). 

¡Nos leemos! 
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