martes, 25 de enero de 2011

Calzonazos anónimos.

Como mujer que soy me he dado ya varios paseos de rebajas eso sí, voy sola. Sigo el ritmo de mi música mirando aquí y allá, sin nadie que me diga si algo es demasiado hortera o me queda mal. Así compro lo que me gusta y punto.

Me llamó la atención un fenómeno muy curioso: hombres esperando en la puerta de las tiendas. Aburridos, o aburridísimos, esperando a que sus respectivas hiciesen las compras pertinentes a unas rebajas.

El rango de edad iba de entre los 16 a los 40 años. Ni un solo hombre de tercera edad… Parece que con el tiempo las excusas para no acompañar a su pareja de compras van siendo cada vez más efectivas… o eso o ir de compras con sus mujeres los mató.

Lo más curioso fue cuando me paré al lado de un grupito que se había formado. Me puse a escuchar y aquello era como un grupo de apoyo, algo así como “Novios anónimos que acompañan a sus novias de compras”. No se conocían entre ellos. Hablaban de lo hartos que estaban de tener que acompañarlas de compras, de lo terrible que era hacer cola, de que no entendían porqué no iban como ellos, a tiro hecho, de las leonas que había dentro de las tiendas, la histeria, la decepción en los probadores…

Me hizo muchísima gracia aquella situación y me sentí orgullosa de no ser de ese tipo de novia.

Cuando entré en la tienda me fijé en que los pobrecillos de la puerta eran en realidad unos afortunados… al menos ellos no tenían que hacer ni de perchero ni de estilista. Suena a topicazo pero dentro había cantidad de mujeres extasiadas con los precios seguidas de hombres cargados hasta arriba caminando como zombis. También había una pila de ellos a la salida de los probadores, supongo que cargando con las prendas de más que ellas no podían pasar al probador….

Alguna vez Élmismoperomío ha venido conmigo. Y a mí me da cargo de conciencia. Creo que ir de compras con tu pareja es un grave error. Sobre todo si a uno de los dos no le gusta. Para mí, comprar es como una terapia; me desahoga, me tranquiliza, me sienta bien. Para él es una tarde sin siesta, un día perdido, un día que no descansa.
En fin, chicos si queréis libraros de ir compras con las chicas tenéis tres opciones: 1. Buscaros a una que no os necesite (por la cantidad de tíos que he visto en las tiendas poco probable). 2. Buscaros a una que no le guste (Aún menos probable) y 3. Viciaros al WOW.

Por cierto aprovecho para informaros de que escribo como colaboradora en un blog:
Una pregunta...con muchas respuestas. Un blog que obviamente como su nombre indica trata de dar distintas respuestas o puntos de vista a preguntas o temas que se nos van planteando. 

Es como el despacho de un psicólogo. Tu vas, te sientas en el diván y unos cuantos chalaos te contamos lo que a nosotros nos parece (sin  ánimo de ofender a los psicólogos, ¿eh?) 

Os animo a pasar por allí y espero de todo corazón que os pueda servir de algo (o que al menos os haga pasar un ratejo ameno). 

¡Nos leemos! 

10 comentarios:

  1. Vale, entonces yo debo ser un bicho raro y mi ex otro. xq yo no era de las q compraban demasiado y no perdía el rato rebuscando ni probando, y él siempre estaba dispuesto a acompañarme y sugerirme cosas.
    el caso q este año ni de rebajas he ido!! jajaja

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  2. Se me ocurre que solo salgas de compras con tu chico si a él le gusta y le apetece, y lo mismo vale al revés para esa u otra actividad. Creo que el problema de much@s es que cuando se emparejan entienden que deben hacerlo todo juntos, y desde mi punto de vista, ese si es un error.

    Me paso a leerte en el otro blog, si el diván es cómodo, lo mismo me quedo un rato.

    besos

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  3. Estoy encontra de todo lo impuesto, ¡así que basta de rebajas obligadas! O por lo menos que las tiendas incluyan una sala de espera para aquellos que no quieran estar ahí, pero les obliguen a hacerlo. Jeje

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  4. Pues El Ese tiene la suerte de que a mí no me gusta ir de compras (y menos de rebajas) con lo que compro a la velocidad del rayo. Habitualmente él me acompaña a comprar, pero claro, es una horita como mucho ¡en cada temporada!. De hecho, tengo un record personal: tres camisetas y dos chaquetas en veinte minutos ¡voy a por el Guiness!

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  5. Jajjaajaj! Pues yo tampoco soy de ése tipo de novias, con lo a gusto que voy yo a mi bola!! Mirando lo que quiero, comparando precios, probándome las cosas a mi tirmo, sin presiones...(Detesto que un tío me diga: Sí, cariño, el vestido te sienta genial... Nos vamos ya??)

    Reconozco que alguna vez, esporádica, yendo con mi novio de paseo, hemos entrado en alguna tienda y me he probado alguna cosa estando él.

    Pero nunca he dicho eso de: Cariño, nos vamos de rebajas!!! Yuuuuhuuu!
    Creo que lo mejor es ir sola. Te cunde mucho más!

    Bess

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  6. Bueno, pues yo soy un sobreviviente...
    Sí, que he pasado de los cuarenta hace rato, y sigo yendo de compras con mi mujer.
    ¿Que si me aburre? Obvio. Innegable.
    ¿Que porqué lo hago? Porque me parece que no estaría bien decirle que no quiero ir. Si me quiere ahí para que le de mi opinión, pues estoy ahí. Por último, sabiendo lo que le gusta (son 22 años), me entretengo ayudándole a buscar. Y bajando la ropa de los percheros demasiado altos, que ella es bajita bajita... (:

    Yo no creo que las parejas tengan que hacerlo todo juntos, pero sí creo que cuando la mujer quiere salir con uno (así sea de tiendas), no puede ser más importante la tv ni una siesta... si fuera así, pues haberse quedado soltero.

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  7. Pues en mi caso, no me gusta comprar demasiado, sólo lo necesario, pero como vivimos en un mundo donde se produce más de lo que se necesita, así nos va el pelo.
    Claro es que si eso no fuera así , no existirían las rebajas.
    Un beso enorme.

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  8. Pues a mí sí me gusta acompañarla, y ayudarla en lo que puedo. Obviamente que prefiero hacer otras cosas con ella, pero vamos, que cuando toca ir de compras, pues se va, y no es ningún drama, a veces hasta lo hemos pasado bien, tengo una entrada escrita el domingo precisamente sobre eso... Claro está que si no te gusta debe ser como un via crucis.

    Lo que no comprendo es que haya tipos que no les gusta y lo hagan, y encima se pasen el rato quejándose de lo injusta que es la vida.

    Oye, si no te gusta, ten el cuajo de decírselo.

    Ah, pero claro, entonces a lo mejor perderían esa parte que sí les gusta, ¿no?

    Patético.

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  9. me gusta ir de compra con mi señora, pero es cierto que en los probadores me siento algo incomodo.

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  10. Después de trabajar algun que otro mesecillo en Zara como dependiente,sólo decir que te planteas las rebajas de forma algo diferente:
    Las aglomeraciones de ropa ...las apilaciones masivas...los escondites secretos donde mentes perversas esconden prendas maquinalmente para que nadie mas las encuentre...En fin ,que los pobres empleados me acaban dando verdadera pena...se ve que me he humanizado xD.
    Respecto a la pareja...las rebajas tambien tienen cosas buenas...vale que los intensivos de 8 horas en el corteingles no haya ser humano que los aguante. Que Son verdaderas pruebas físicas de resistencia en donde pierde el que se deshidrate primero xD...Pero no obstante, los probadores siempre me han dado cierto morbo ,motivo que de vez en cuando me impulsa a aceptar.

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