Por tercera vez patinando, me cruzo con un hombre borracho cuya reacción es darme un empujón. Sólo que esta vez ha sido más patético porque yo casi me caigo y la tabla ha salido disparada calle abajo. Yo corriendo detrás y los chavalillos que había allí diciéndome: "que se te escapa el autobús"
Creo que voy a llorar. Cabrones.