En Londres conocí gente de muchos países… coreanos, japoneses, franceses, alemanes, chinos, rusos, croatas, estadounidenses, italianos, marcianos…. Pero los que más me han sorprendido han sido sin duda, los ingleses (los rusos también tienen lo suyo, tal vez les dedique un post entero…)
Todos sabemos que los ingleses son very very polite (“muy muy educados” para los de LOGSE). Lo primero que me llamó la atención fue el silencio en el transporte público. No me refiero a que no hablaran (que también) sino a la ausencia total de chonis, bakalas, chuletas, bermellonas (¿¡o era merdellonas?!), etc. dando por saco con un móvil “a toa’ pastilla” con alguna canción de letra soez.
Al contrario que nosotros, los ingleses conducen por la izquierda (motivo por el cual, casi muero en varias ocasiones) aunque eso todos los sabéis. Pero este es un tema de gran importancia para la cotidianeidad, sobre todo si vas en metro. Yo, madrileña (no de pura cepa, supongo que el hecho de que no me gusten los madroños algo tendrá que ver) en Madrid, conduzco por la derecha, en metro voy por la escalera de la derecha y me pongo en el lado derecho de la misma. Es un razonamiento completamente lógico, no tiene pérdida, ¿verdad? Pues en Londres no funciona así. En Londres da igual en qué lado de la escalera me colocara siempre venía un inglés por detrás a decirme si “could you make way, please?” (Para los de LOGSE ¿Podrías apartarte, por favor?). Con sonrisa y voz aguda medio cantada con una nota especial al final parecida a un LA sostenido. Qué derroche de buena educación casi hasta me atraganto. No me acostumbré a eso; los españoles chistan y ale, ¡a quitarse! Los ingleses tienen que ir siempre más lejos y en cuestiones de lenguaje no se van a quedar cortos. Un inglés dice algo así como: “¿Could you be so nice to serve me a beer, please? (¿Podrías ser tan amable de servirme una cerveza, por favor?) Si es que estos ingleses se complican demasiado… no como los españoles, que somos gente sencilla donde las haya y decimos: ¡Una caña!
Luego está su amor por los tejidos atrapa mierda y polvo que ponen por todas partes. Desde la moqueta (muy asqueroso, sobre todo en una residencia de estudiantes que yo me sé...) hasta los asientos del metro. De verdad que no entiendo que con lo tiquismiquis que son para unas cosas sean tan “no-sé-cómo-llamarlo” para otras. ¿Es que no saben de la existencia de la tarima flotante? ¡Eso es calentito y mucho más limpio! Pero qué va, la moqueta con su quinta dimensión es mucho más interesante, dónde va a parar (y en esa quinta dimensión deben de estar los cuatro pendientes que perdí y el nido de tijeretas de la resi… ya hablaré de esto más adelante).
Me llamó también mucho la atención el tema deportes. Allí todos estaban convencidos de que iban a ganar el mundial aunque no les importó que ganara España. También estaban convencidos de que ganaría el de Rugby (no puedo evitar imaginarme a sus jugadores de rugby bebiendo té en el descanso), Wimbledon, el mundial de baloncesto, el Tour de Francia y el de cricket. Pobrecitos. Se inventan los deportes, crean unos reglamentos que necesitan profesionales para aprendérselos y luego pierden a todo.
Esta es mi mejor foto. |
A lo que no pierden nunca es al binge drinking. La verdad que no sé cómo traducirlo al español exactamente (¿Por qué os creéis que me he ido allí un mes? Para aprender todo el inglés que no aprendí en el cole, que a mí me pilló la LOGSE). Debe ser algo así como juerga bebiendo, parranda… aunque en verdad eso consistía en machacarse el hígado. Vaya una carrera a ver quién se ahogaba con su propio vómito antes. Eso sí, he de decir, que hasta el momento en que caían al suelo, tenían una presencia ejemplar: sentados de perfil a la barra, un brazo sobre su pierna, perfectamente colocada en la barra del incómodo y cojo taburete (habría algo en la moqueta) y la otra encargada de agarrar la jarra de cerveza (a tener en cuenta, una jarra de cerveza allí es una litrona de aquí). Y sin levantar si quiera el codo de la barra, a tragar.Y eso hasta caer al suelo ya con el coma y decirle a su contricante con voz ronca y profunda: "hey guy! this is just the tipsy" (¡Hey tío! sólo estoy con el puntillo)
A los ingleses les gusta llamar a las cosas por su nombre e igual que los esquimales tienen mil formas para denominar la nieve, los ingleses tienen mil nombres para las patatas, aunque mi escasa memoria perjudicada por el sistema educativo de este país sólo recuerda tres: chips (las de toda la vida que acompañan a los filetes), las fries (Son las patatas francesas, tan impopulares como su país de origen) y las crisps (como las Lays, que allí se llaman Walkers y que no sé porqué cada vez que veía una bolsita me acordaba de Chuck Norris…)
Y bueno, por hoy basta que si no me va a quedar demasiado largo…
Muy divertido el post!!!! Tienes un punto de vista muy ácido, jajjaja!! VAya con los ingleses, sí que son educaditos, sí, se pasan y todo!
ResponderEliminarNunca he estado en Londres, bueno,ni en Londres ni en el Reino Unido en general, y tengo ya ganas....
Por cierto, las chonis y los bakalas los tengo claros, pero qué son las bermellonas???
Besos!
Gente de muchos países: los marcianos. Eres genial! jajaja
ResponderEliminarBienvenida de vuelta, eso de las moquetas, cielos!!!
ResponderEliminarTienes que hablarme de los rusos que me voy en 12 días a vivir a Finlandia con dos rusas y me has asustado...
ResponderEliminarLa gata: Bermellona es un término malagueño para denominar a toda esa patraña. Tiene que ver algo con el francés pero no conozco el idoma así que no lo tengo claro... :)
ResponderEliminarOjizarka: Sí, a los marcianos les gusta mucho Londres, pero se camuflan hasta las happy hour de los bares, es entonces cuando aparecen y algunos hasta le tiran los trastos a las chicas...
Pilar. Gracias por la bienvenida, aunque ojalá no hubiese tenido que volver, al menos a mi ciudad... ¡¡me han faltado dos semanas de playa!!
Ashenlady: Prometo escribir sobre los/as rusos/as. Pero aviso que a lo mejor se te quitan las ganas de ir...
Hola, Cristina, es la primera vez que entro a tu blog. Vengo a devolverte la visita de cortesía que has hecho al mío. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarCreo que volveré
Un beso enorme y feliz semana.
"Wimbledon, el mundial de baloncesto, el Tour de Francia y el de cricket. Pobrecitos. Se inventan los deportes, crean unos reglamentos que necesitan profesionales para aprendérselos y luego pierden a todo"
ResponderEliminarJajaja. Simplemente genial.
Voy a Londres el mes que viene, visita cultural, por supuesto ;)
Ah! Y lo de Walker será por que son las patatas ...!más duras y menos tiernas en su interior! :P
Hola!
ResponderEliminarVi que me habías escrito en la anterior entrada, y justamente ahora estaba ya de camino a tu blog jajaja.
Yo también fui a Londres el año pasado, pero no un mes como tu (suertuda) sino, 3 semanas... Aun asi, estos 3-4 dias que fui ahora, fueron freneticos...hay tanto que ver!
Y respecto al no-ruido del metro...tienes mucha razón!
Un beso!
Claro señorita...Madrid, Londres...tanto cosmopolitismo termina con la moral de cualquiera ;), regálate tus próximas vacaciones a un rincón costero más alejado, solitario sí, pero lleno de magia. Un besito.
ResponderEliminarAy se me ha hecho corta tu entrada, había ido a por una cerveza y todo. Tengo la misma imagen de Madrid que tú. Londres nunca me llamó la atención, allí seguro que no hay un lugar como "El tigre" (Vázquez de Mella, más o menos), pero leyendo tu descripción me han dado ganitas de conocerlo. Si algún día quieres silencio, ve al Parque de Luxemburgo, París, allí hasta las palomas mandan callar. Y a los españoles ni te cuento.
ResponderEliminarUn beso